El uso de los remedios o medicamentos homepáticos para el tratamiento de la fiebre, como forma de un tratamiento agudo y puntual suele ser tan sencillo o tan complicado como queramos hacerlo, así que, vamos a hacerlo fácil para que puedas elegir de forma sencilla, dejando unas pautas a seguir ante un episodio febril agudo, muy cortitas y muy sencillas:
¿Cuáles son los signos que me orientan para escoger el remedio más adecuado?:
Fíjate bien en los siguientes parámetros:
¿Tiene sed?
¿Suda?
¿Qué temperatura tiene?
¿La fiebre es de aparición brusca o poco a poco?
¿El niño está agitado?, es decir, llora mucho, o grita mucho,…
Si tienes dudas toma como referencia los datos que sí puedes objetivar y después:
¿Qué remedio escojo?
Aconitum Napelles:
En el caso de que la fiebre sea de aparición brusca y muy alta, unos 39 – 40 grados.
Piel roja, caliente y seca.
Sin sudor.
Tiene sed.
Belladona:
Fiebre de aparición brusca y alta, con piel caliente y húmeda.
Puede tener sed.
Sudor.
Le molesta la luz, ojos muy brillantes, incluso a veces puede presentar alucinaciones.
Chamomilla:
Lo fundamental para la indicación de este remedio es que haya un cuadro de mucha agitación que se calme cuando lo coges en brazos y lo agitas.
Suele ir muy bien en las fiebres asociadas a la dentición, además en este caso también alivian el dolor.
¿A qué dilución?
Ya sabes que para el tratamiento de algo físico tenemos que dar diluciones bajas.
Si el tratamiento es para un bebé, puedes diluir 5 – 8 bolitas del remedio que hayas seleccionado en un biberón con agua mineral.
Agítalo golpeando la base del biberón con el talón de tu mano antes de dárselo al niño.
Si es para un niño un poco más mayor prepáralo de la misma forma pero en una botella de agua minaral.
¿Con qué frecuencia?
Ya sabes que la frecuencia depende de lo agudo y lo intenso del síntoma que estemos tratando; así que puedes empezar dándole un sorbito del preparado cada 5 minutos al principio y luego lo vas espaciando, por ejemplo cada 15 minutos, y después cada 4 – 6 horas.
Por último, recuerda que la homeopatía administrada de este modo es sencillamente un tratamiento síntomatico, por lo que te recomiendo que consultes con tu pediatra, homeópata o antiterapeuta de confianza.
Raquel Extremera Recio.
Médico Homeópata.
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