El sistema nervioso es uno de los medios con el que procesamos información. Las informaciones que recibimos del exterior para procesarlas llegan desde las terminales de los sentidos y sistema de propiocepción para ser trasmitidas al cerebro en la llamada vía aferente. El cerebro procesa la información para posteriormente decidir una acción y ejecutarla mandando la orden correspondiente que se traducirá en una señal que activará el sistema correspondiente por vía eferente.
Comprender el recorrido de los nervios, su morfología y fisiología, hace posible buscar donde hay posibilidad de que existan restricciones que puedan entorpecer esta vía de comunicación tanto en recibir información que llega al cerebro como en procesarla y ejecutar el correspondiente movimiento o tener una actitud determinada.
Los test de los nervios permiten eliminar tensión en sus respectivos recorridos, por lo que ayudan a que los procesos de información sean más fluidos. Al entender la salud como una mejora en la capacidad de proceso, el profesional necesita valorar muchos planos antes de actuar, siendo los más importantes los que afectan al conjunto, es decir, no fijarse exclusivamente en donde el paciente trae el “síntoma”, que correspondería con una incapacidad de procesar cierto tipo de movimientos u acciones, sino que deberá dar valor a las incapacidades del propio proceso, iniciando un trabajo que abre las puertas a problemas crónicos donde el trabajo realizado en una parte del sistema alivia al resto.
La mejora en el sistema nervioso se puede llevar a cabo dependiendo de la necesidad que tenga este. El abordar la liberación física de los tejidos adyacentes facilita la labor del fisioterapeuta, osteopata o terapeuta manual, al comprender como se chequean y comprobar las posibles tensiones que oculta. Una restricción producida por aprendizajes que el cuerpo ha realizado al mantener una mala postura prolongada, lesiones crónicas o falta de ejercicio, se mantiene en el esquema corporal durante años formando parte de ese saco de adaptaciones que impide que la persona se encuentre bien en su cuerpo con restricciones de movilidad que le llevan a un mapa conocido de limitaciones que a su vez terminarán por darle una visión de la vida a la que tendrá que adaptarse con los consiguientes personajes mentales que le obliga a interpretar.
Ordenar las posibles carencias nutricionales, excesos, metales pesados, etc, da una apreciación importante que tener en cuenta al realizar los trabajos para poder ayudar tanto al tratamiento como a recuperar las funciones químicas a la vez que las físicas.
El sistema energético es una doble vía de trabajo, puesto que la energía controla la función y a su vez, esta hace una necesidad de energía, por lo que buscar cómo regular este bucle puede ser importante a la hora de establecer nuevas ganancias. Para ello el Antiterapeuta utiliza las herramientas encontradas en el primer curso de kinesiología:
La acupuntura, los sistemas reflejos, los trabajos de lateralidad y polaridad son muy importantes a la hora de abordar estructuras que son tan físicas como sutiles, puesto que necesitan que la información “vuele” por lo que si bien es importante que no tengan restricciones físicas, se contemple las posibles carencias o excesos, se valore si son producidos por estados emocionales prioritarios, lo más importante es buscar su función, la transmisión de datos, y este es uno de los objetivos de Kinesiología Avanzada.
El trabajo con imanes, o con la integración dinámica de los test de Antiterapia hace posible entrar en otra dimensión de trabajo, el trabajo en la capacidad del propio proceso del cuerpo, un trabajo donde cada acción tiene una ganancia en todos los demás procesos del cuerpo, por tanto, muy importante a tener en cuenta.
Jose Luis Godoy Muelas
http://www.kinesiologiaholistica.com
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