Conocemos el mundo gracias a las informaciones que somos capaces de procesar y nuestras capacidades de proceso.
En dos seminarios donde se plantea el sistema nervioso, su función, sus posibilidades y sus componentes, hemos descubierto cómo el cuerpo vive el mundo gracias a los sentidos y cómo estos llegan a nosotros. El sistema nervioso recibe, integra y realiza acciones. Recibe estímulos, los procesa integrándolos para dar una respuesta motora, mecánica, conociendo la vida y su entorno gracias a esta forma de sentirla e interactuar con ella.
Una forma de comunicación donde todo el sistema recibe informaciones del exterior, la vía aferente, para después hacer una acción, movimiento como respuesta utilizando los mismos mecanismos, la vía eferente, es decir cómo conocemos el mundo por las sensaciones, vía aferente y como podemos hacer una elección y ejecutar una acción correspondiente con el cuerpo para conseguir un propósito, vía eferente.
Descubrir la evolución del sistema nervioso nos hace comprender el porque de nuestras formas de hacer, cómo somos desde las conductas más primitivas a la consecución de un acto altruista. Al ser la evolución de miles de años de adaptación, guardamos según el neurofisiologo Dr. Paul Mac Lean, las evoluciones en el sistema nervioso aprendidas de todos los animales que nos han precedido. La evolución en su médula, estructura y forma de procesar la información, forma parte de nuestra estructura, de nuestra forma de procesar, de nuestra manera de actuar y por tanto pensar.
El Dr. Paul Mac lean desarrolló lo que marcaría a partir de la década de los 80 un cambio en el estudio de la estructura cerebral y su forma de comprenderla. Para él hemos desarrollado un cerebro sobre otro aprendiendo de su evolución sin perder las cualidades que los hicieron adaptarse a su medio durante miles de años.
Todos tenemos un desarrollo de las cualidades del reptil, del mamífero que mejoramos con la última parte que sólo desarrolló el hombre, el prefrontal, y la parte del cerebro que nos permite crear para desarrollar un objetivo.
Según El Dr. Paul, “cuando una persona se acuesta en el diván de un psicoanalista, un cocodrilo, un caballo y un hombre se sientan a la vez”
El cerebro del reptil nos ayuda a colocarnos en jerarquía, saber nuestro sitio, seguridad en nuestro territorio, hacer actos repetitivos mecanizados, o rituales que nos hacen sentirnos en casa o con “morriña” de lo que creemos nuestro. Este comportamiento que en exceso o defecto nos puede: hacer vivir mal la jerarquía, atacando por la inseguridad en el territorio, o, sintiéndonos amenazados sin el ritual correspondiente para volver a repetirnos con comodidad, seguros, puede ser la desarmonía que vivimos constantemente causándonos más de una reflexión, tiempo que usamos para intentar para hacer un cambio imposible.
El mamífero nos aporta sus años de evolución con un sistema que ha necesitado para defenderse creando lazos sociales, comunicándose con el sonido y viviendo los ritmos del grupo o sabiendo utilizar los ritmos del planeta con los viajes de emigraciones estacionales gracias a la glándula pineal.
Esta parte que recibimos de la evolución se muestra en el sistema límbico.
El Sistema límbico nos aporta las emociones puras sin elaborar que dependen de un sistema de referencia. Aprendemos a sentir por paradigmas que tarde o temprano nos acompañan toda una vida y que en realidad puede que no nos dejen ver más allá del eco que se transmite de generación en generación. Al igual que los animales vivimos las memorias de nuestros padres o abuelos, lo que condiciona nuestra forma de hacer como lo hizo en ellos, considerando como correctas su historia y limitaciones.
Y por último hemos adquirido con la evolución la parte superior del cerebro con el desarrollo final en el pre frontal que es el que nos permite crear con las capacidades que tiene el ser humano.
Los tres tienen que estar en armonía para que una solución ante un problema pueda tener un buen fin. Una determinación en un momento de la conducción de un automóvil debe ser instantánea y los tres conductores: reptil, mamífero y persona tienen que estar de acuerdo para que no todo sea una guerra, un mar de emociones ni un mundo aséptico perfecto.
La clave de este curso es descubrir cómo ha sido la evolución, las edades críticas en el crecimiento, en el andar, en los procesos de polaridad son momentos básicos en nuestro crecimiento siendo estas las claves del porqué muchos de nosotros no procesamos las cosas para que tengan los resultados que necesitamos.
El ser humano debe tener mecanizadas sus reacciones para poder actuar rápidamente, ya sea para conducir como para entablar una relación con los miles de procesos sensitivos que requiere, y por ello la armonía para un equilibrio depende en muchos casos de cómo es la información, puesto que un mal proceso de información puede dar como resultado que en el momento de amar nuestro sistema límbico se bloquee porque tenemos un luchar excesivo del reptil o viceversa con lo que las emociones necesarias para la relación correcta se verán enturbiadas por las reacciones bruscas de los anfibios que no saben cambiar correctamente de emoción haciéndolo tan brusco como todo o nada.
Descubrir las polaridades cambiadas, los procesos en los que nos quedamos en una dirección analítica o demasiado emocional puede hacer cambiar la vida de una persona.
Cambiar en la persona la forma de recibir o procesar estas informaciones le hacen vivir otros mundos que hasta ese momento no ha vivido. Quitar tensión en los procesos del sistema nervioso facilita que las elecciones las hagamos en una dirección nueva y esa es una de las misiones de la Antiterapia.
Cuando sabemos donde tenemos tensión en el sistema nervioso viendo cada una de sus partes es como hacer una limpieza de todo el procesador del ordenador, con lo que la capacidad de procesar es absolutamente diferente.
En vez de buscar en como cambiar emocionalmente las situaciones erróneas la solución puede ser a veces cambiar el cuerpo para que cambie la capacidad de elección.
Un cambio en la tensión del cuerpo puede hacer recibir la información diferente, procesarla e integrarla si esfuerzo y mecanizar un resultado con el cuerpo más armonioso, esto hara que se observen posibilidades no conocidas o recursos del cuerpo no utilizados, por lo que un cambio en la tensión genera un aprendizaje en estas dos importantes vías que posibilitaran en próximas elecciones las mismas posibilidades que aprendamos la primera vez.
En Antiterapia valoramos la capacidad de procesar y la capacidad de proceso. Capacidad de procesar es lo que hacemos con los datos que hacemos, muy parecido a las vías eferentes. Aquí es posible que pongamos mucha carga emocional y errores aprendidos.
Capacidad de proceso es la vía aferente, cómo el cuerpo lo recibe, y en estas informaciones es difícil que venga unida la carga emocional, por lo que intentar quitar tensión de la zona donde se bloquee no pasará por una decisión emocional, ni tiene porque hacerse con una dirección consciente ya que es como su nombre indica, una dirección que llega de fuera a dentro, como la mayoría de los problemas que tenemos sin resolver y que intentamos resolverlos con la determinación de una idea o vencer una emoción.
Descubrir el sistema nervioso y como funciona abre el mundo de posibilidades para descubrir como actuamos y como cambiar. Los procesos que todos sabemos imposibles de cambiar, encuentran puertas diferentes cuando sabemos como cambiar algún paradigma que creemos como cierto. Solo podemos llegar a los límites de lo que nuestros paradigmas dictaminan y cambiar estos paradigmas sólo depende de nuestra capacidad para descubrirlos, no con la cabeza, sino dejando que nuestra tensión se armonice, con lo que haremos que nuestros actos se asemejen más a lo que sentimos en el fondo que somos.
Jose Luis Godoy Muelas
[…] Autor:https://kinesiologiaholistica.wordpress.com/2011/04/02/kinesiologia-el-sistema-nervioso-2/ […]
Un buen dia para leerte, el sol entra por la ventana al igual que tus palabras.
Gracias una vez mas.