El Síndrome del Túnel Carpiano produce dolor y pérdida de fuerza en la mano, limitando su movilidad.
Es un problema que afecta a las personas que realizan movimientos repetitivos, como las que pasan mucho tiempo trabajando en ordenadores, atletas y amas de casa.
Antes de que sea un problema serio, avisa con la aparición de hormigueo, cosquilleo de los dedos, ardor en la muñeca, sensibilidad rara en la mano o en los dedos, tanto pérdida como exceso de sensibilidad y/o sudor repentino en la mano afectada.
Habitualmente se suele decir que este problema surge de un estrechamiento de un ligamento que hay en la muñeca, asfixiando al nervio mediano, responsable de la mano.
Según los últimos estudios de biodinámica y neurología, este problema surge, la mayoría de las veces, por la suma de pequeños atrapamientos del nervio a lo largo de su recorrido, que intensifican exponencialmente la sensibilidad del nervio, produciendo todos los síntomas comentados anteriormente.
El tratamiento convencional consta de antiinflamatorios e inmovilización, que alivia los síntomas temporalmente, pero éstos se suelen reproducir en cuanto se comienza de nuevo la actividad normal, pues no se ha eliminado ninguna de sus causas.
En casos repetitivos se suele intentar resolver con cirugía, que elimina los síntomas temporalmente, pero al crear nuevas adherencias, la consecuencia más común es ampliar la irritación del nervio, repitiéndose a veces el proceso al año de la operación, e incluso pudiéndose ampliar los síntomas.
Como en cualquier problema que aparezca de forma gradual, todo tratamiento debería partir de medidas suaves y poco invasivas, intentando resolver primero las causas y posibles irritaciones a lo largo del nervio (cada atrapamiento a lo largo de un nervio aumenta su sensibilidad), por lo que liberando el nervio y la movilidad funcional a lo largo de su recorrido (cuello, hombro, codo y muñeca) y reduciendo en la medida de lo posible la sensibilidad del Sistema Nervioso Central, en la mayoría de los casos acaba desapareciendo el problema.
Para liberar las adherencias y pequeños atrapamientos que existan a lo largo del nervio sin irritarlo, lo mejor es utilizar técnicas manuales suaves, en las que se tenga en cuenta la propiocepción y tensión de los músculos y fascias (tejido que envuelve y sujeta cada cosa en el cuerpo), permitiendo que cada parte se suelte y mueva libremente, reduciendo así la irritación del nervio.
Como apoyo se puede utilizar acupuntura, homeopatía e hipertermia INDIBA, acelerando con ello que los tejidos se desinflamen y regeneren lo antes posible.
Cuando un problema limita la actividad de la vida diaria, es importante recuperarse lo antes posible evitando así las adaptaciones que surgen con el paso del tiempo. Cuanto antes se coja un caso, más fácil y rápida es su recuperación.
Javier Velasco
Fisioterapeuta y miembro del Equipo de Antiterapia
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