Científicos del Instituto de Investigación The Scripps, en California (EEUU) acaban de demostrar que en los comedores compulsivos actúan de la misma manera y se activan las mismas zonas cerebrales ante la “comida basura” que los adictos a la heroína o cocaína.
La investigación se ha llevado a cabo con ratones.
Parece ser que la comida basura va deteriorando los circuitos cerebrales de la recompensa, necesitando cada vez más cantidad de comida para producir la misma satisfacción. Observaron también una disminución de los receptores D2 que responden a la dopamina (sustancia del placer).
El sistema de recompensa de los roedores y el hombre son semejantes.
Extraído de un articulo de El Mundo del día 28/03/10 titulado Enganchados a la comida “basura”
Jose Luis Millán.
Artículo publicado en https://kinesiologiaholistica.wordpress.com
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