Las emociones son una parte esencial en el ser humano. Etimológicamente el término emoción viene del latín emotĭo, -ōnis que significa el impulso que induce la acción. Todos sabemos esto, y hemos sido testigos en más de una ocasión que el resultado de nuestros esfuerzos está muchas veces condicionado por la energía de la emoción que nos acompaña en ese momento.
La Antiterapia nos recuerda que la vida es tensión. Gracias a ella se producen los ciclos de la vida, la polaridad, el movimiento, las estaciones, todo un juego de tensión relajación y cambios de ciclos como nos transmite el saber chino recopilado en su forma de ver las cosas y que nos llega a nosotros con la MTC (medicina tradicional china) un compendio de conocimientos que nos permite ver de forma sencilla como se producen los equilibrios que llamamos vida.
La tensión-relajación, la acidez-alcalinidad, el día y la noche son energías que se alternan en un juego de múltiples cambios mostrándonos la vida como la conocemos. Cualquiera de estos equilibrios se pueden alterar por un exceso en una dirección, con un bloqueo o una inactividad de una de las dos polaridades produciéndose una alteración del equilibrio general lo que terminará en una distorsión reflejada en algún sistema.
En otros artículos describí como podemos comprobar, con nuestro test del correr, que si tenemos una cadena muscular con mucho tono, se produce una alteración en nuestra marcha que observamos con un cambio de direccionabilidad al hace el test, por lo que el cuerpo tiene que hacer una adaptación en alguna zona, sufriendo la consiguiente tensión que tarde o temprano llevará a un sobreesfuerzo a alguno de sus componentes apareciendo la lesión en alguna estructura por exceso.
Este es un ejemplo de una tensión mantenida, una energía en exceso que nos hace tenernos que adaptar en alguna zona con lo que aparecerá el dolor y más tarde la lesión.
En este artículo vamos a comprobar con el mismo test el resultado de un estado mental mantenido o una emoción. Para ello repetiremos el test que propusimos para los corredores, el test de correr sobre el sitio con los ojos cerrados. Nos centraremos en una emoción y comprobaremos si nuestro cuerpo se va en alguna dirección, lo que nos estará indicando que esa emoción nos provoca tensiones en exceso en algunas cadenas, lo que terminará dañando alguna estructura como lo haría cualquier otra adaptación que comentábamos en los artículos anteriores.
Realización práctica:
Paso 1º: Si ya sabes hacer el test, sencillamente corre sobre el sitio durante un minuto con los ojos cerrados y comprueba que al abrirlos no ha variado tu postura de dirección en comparación de cómo empezaste. (Si ha variado te recomiendo que se lo digas a tu preparador o terapeuta puesto que estás teniendo una tensión en alguna zona que deberás corregir antes de que se transforme en una lesión en alguna parte de tu cuerpo).
Paso 2º: Una vez que tu test termina en una posición neutra, es decir mirando al mismo sitio que empezaste cuando abras los ojos, vuelve a hacerlo sintiendo la emoción que tengas ese día, o mejor aún la que hayas preparado como animo para ganar o tu entrenador te recomiende y ponte a correr de nuevo un minuto con los ojos cerrados y observa el resultado.
Resultado: Te puedes sorprender como sensaciones de querer ganar, de querer hacer esfuerzo, de superarte, de … pueden cambiar sensiblemente la trayectoria de tu test haciendo que tu cuerpo gire hacia un lado, tenga tensión en exceso en una cadena muscular provocando que hagas una pisada diferente que se mostrará en un exceso continuo de corrección inconsciente durante toda la carrera como mínimo o una tendinitis en la zona menos adecuada y en el momento menos oportuno.
Prueba a sentir las siguientes frases y comprueba el resultado:
“Me acepto ganando”. “Mi esfuerzo ha merecido la pena”. “Se que puedo hacerlo”. ”Voy a ser el primero”. “Soy el mejor”. “Un esfuerzo más”. “Yo puedo con esto”.
Estos son algunos ejemplos que te pueden sorprender, puesto que las emociones que guardamos son aprendizajes de épocas pasadas y nos acompañan durante años hasta que sabemos encauzarlas, utilizarlas correctamente o no entrar en ellas cuando son demasiado fuertes para nosotros.
Pruébalo y sorpréndete. Es uno de los entrenamientos que el equipo de Antiterapia utiliza en las sesiones de alto rendimiento deportivo con resultados sencillamente sorprendentes, puesto que el deportista asocia muchas veces “el sinónimo de esfuerzo con algo positivo”, o, “ganar con esfuerzo” como algo que es correcto cuando muchas veces el aprendizaje asociado que tiene su cuerpo de momentos de niñez, los significados eran totalmente diferentes.
Un saludo. Espero vuestros comentarios y respuestas en el blog de www.antiterapia.com en el que con todo gusto responderé a vuestras preguntas.
Jose Luis Godoy Muelas. http://www.antiterapia.com
Artículo publicado en https://kinesiologíaholistica.wordpress.com
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