El lenguaje del cuerpo
El cuerpo revela las emocione y los pensamiento, es un reflejo externo de la condición emocional de la persona.
Cada gesto y movimiento puede ser una clave para descubrir una emoción concreta que se está sintiendo.
Por ejemplo, una mujer consciente de los kilos de más que tiene en los muslos, tirará hacia abajo del vestido, alisándolo. El hombre que habla con una mujer de generoso pecho, evitará mirarla conscientemente, mientras que inconscientemente sus manos adquieren un gesto de buscar a tientas.
La clave para interpretar el lenguaje del cuerpo está en ser capaz de comprender la condición emocional de la persona y escuchar al mismo tiempo lo que dice comprendiendo las condiciones en las que lo está diciendo. Se trata del aspecto que tenemos mientras hablamos, no de lo que decimos.
A la hora de hacer una anamnesis, es importante observar el cuerpo de la persona, no solo de escuchar lo que dice y cómo lo dice. Pero también hay que tener en cuenta nuestro lenguaje corporal para no intimidar o parecer críticos o aburridos.
Unas claves:
- Cruzarse de brazos : Esconderse detrás de la barrera para protegerse es un gesto que aprendimos de pequeños. Cuando cruzamos los brazos (uno o ambos sobre el pecho) es un intento inconsciente de bloquear lo que percibimos como amenaza o circunstancia no deseada.
– Brazos cruzados sobre el pecho: la persona no abre hacia afuera, usted no entra.
– Brazos cruzados + puños cerrados: gran hostilidad, defensa.
– Abrazo a los dos brazos: inseguridad, actitud negativa.
– Brazos cruzados + pulgares hacia arriba: a la defensiva pero orgulloso.
Hay muchas formas de abrazarse y cruzar los brazos, usando una barrera parcial, por ejemplo estrecharse la mano uno mismo o un brazo cruza la parte frontal del cuerpo para sujetarse o tocar el brazo opuesto. Ajustarse los gemelos de la camisa, ajustarse la correa del reloj, poner el bolso delante, etc.
- Manos unidas: Parece indicar confianza, ya que se suele sonreír simultáneamente, pero muestra una actitud reprimida, ansiosa o negativa.
– Manos unidas en posición elevada: Muestra frustración, aunque sonría. Hay 3 posiciones; delante de la cara, sobre el regazo o delante de la entrepierna. Cuanto más elevadas, más será el nivel de frustración.
- Manos en la cara.
– Dedos en la boca: Muestra necesidad de confianza. La variante puede ser, llevarse a la boca un bolígrafo, las gafas…
– La mano que sujeta la cabeza: Indica falta de interés, aburrimiento.
– La cabeza se apoya y la mejilla reposa sobre la mano: La persona empieza a perder interés pero quiere seguir pareciendo interesada.
– Acariciarse la barbilla: Esto es un cruce de piernas o brazos. La persona está llevando a cabo un proceso de toma de decisión.
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- Tocarse el pelo: Nos tocamos el pelo o la cabeza porque así es como nuestra madre nos consolaba de pequeños. La persona que muestra éste gesto puede sentirse insegura o ansiosa.
- Tocarse la nuca: Este gesto, tiene que ver con la reacción de unos músculos que erizan el bello cuando nos sentimos amenazados o enfadados. Provoca una sensación de hormigueo y para apaciguarlo nos llevamos la mano a la nuca.
- Repiqueteo con dedos o golpes en el suelo con el pie: Indica impaciencia, cuanto más rápido sea el movimiento, más será la impaciencia.
Aránzazu Díaz Tálvara
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