A menudo dejamos de ser conscientes de la importancia que nuestro trabajo tiene en el día a día, en nuestra vida, en algunas ocasiones, la rutina se apodera de nuestra labor diaria sin dejarnos tomar conciencia de ello.
Y siendo importantes las rutinas para resolver de manera eficiente tareas repetitivas, la revisión constante de todos los procesos, la capacidad para imaginar soluciones que mejoren, la atención a las expectativas de lo que se necesite en cada momento –que seguro que aportan claves para mejorar nuestro servicio-, son elementos que deben formar parte imprescindible de nuestro trabajo diario.
Los que nos puede servir como ayuda para disfrutar de nuestras tareas diarias, consiguiendo así optimizar la calidad de nuestro trabajo son las siguientes observaciones:
– Hacer las cosas bien y a la primera. Debemos tomar conciencia de que la calidad es gratis, la falta de ella es muy cara.
– Cuando algo sale mal no culpar a nadie; mejor preguntar: ¿en qué fallé? Lamentarse de los fracasos no los soluciona; aprovechemos los errores para aprender a crecer en habilidad y conocimiento.
– No suponer que los demás saben cómo hacer su trabajo. Frecuentemente pretendemos que nuestros compañeros adivinen nuestros pensamientos y los pongan en acción. Dar seguimiento a las tareas, supervisar su desarrollo dando instrucciones de cómo y por qué se hacen de determinada forma… y si estas ersonas no dependen jerarquicamente de nosotros permitir que cada uno tenga sus ritmos, etc
– Mantener la mente abierta. La mente es como un paracaídas, únicamente funciona cuando se abre. Saber escuchar nos proporciona muchos beneficios, ideas nuevas, enfoques diferentes, participación y confianza, empatía…
– Retroalimentar el mensaje con el receptor. Mantener una retroalimentación continua puede representar la última oportunidad para que las cosas salgan bien.
– Escuchar sugerencias de mejora. Una comunicación no ha concluido cuando llega a los oídos de quien la recibe, sino cuando llega a su mente con el mismo significado de quien la envió y esto es muy dificil. En la variedad de enfoques hallaremos las soluciones más productivas y el camino más rápido hacia la Excelencia.
– Planificar antes de seguir adelante. Media hora de planificación para iniciar el día nos proporcionará una jornada de satisfacciones y nos hará elejir un objetivo. La planificación debe formar parte de nuestro día a día, marcando objetivos diarios que incluyan actividades, prioridades y sobre todo que estén expresados en términos de resultadosen el camino hacia nuestro objetivo.
– Las prisas no son buenas. Detenernos a reflexionar nos ayudará a reorientar nuestros esfuerzos por el camino adecuado para la obtención de resultados de éxito.
No aceptes nada que no sea lo mejor que puedas hacer. Pon tal calidad en tu trabajo que cualquiera que se encuentre con algo que hayas hecho vea carácter, individualidad, tu sello impreso en él.
La mayor recompensa será tu propia satisfacción personal.
Jesus Ortega Espada
Gracias espada por tu orden; he visto que esta lista que has echo me fallaba planificar antes de seguir adelante. A estas, alturas toques como este allanan mucho el camino y lo pone mas fácil